miércoles, 27 de julio de 2011

Me conformo con que recuerdes el sabor de mis besos

Y hay veces que nos aferramos a un misero recuerdo como si nuestra vida dependiese de el. Basta reconocer un olor para asociarlo a un momento, a una persona, a una palabra o mismo a una imagen que se nos venga a la cabeza. Y en ese instante, cerramos los ojos, para tenerlo todo mas cerca, en el lugar, en el tiempo...¿Que importa en que? Cerramos los ojos para volver a vivirlo, para que no caiga en el olvido, para volver a saber que esa persona a la que anhelas, fue tuya, solamente tuya.

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