lunes, 1 de agosto de 2011

Que luego tus besos son adictivos

¿Y sabes? Me gusta estar así contigo. Con los ratitos escondidos en unas escaleras de piedra. Me gusta encontrarte sentado, con tus gafas de sol puestas y echando la ultima calada de tu cigarro. Y que no me digas nada. Sentarme a tu lado, completamente en silencio. Que pasen los minutos y luego, me abraces. Que luego me beses y eternices el momento. Si, me gusta. No quiero que seas para mi un príncipe azul. No quiero que me digas que me quieres y mucho menos que me necesitas. Tan solo necesito esto. Tenerte a ratos. Se que seria muchísimo mejor imaginarme una vida a tu lado, pero...¿Para que? Al final todos los príncipes os convertís en sapos. Por eso, he decidido no viciarme a tus besos, que luego se vuelven adictivos.

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